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04 noviembre 2015

Genética conductual: ¿De que color es tu perro?

Por: Jim Ha, PhD, CAAB (Companion Animal Solutions)
Tradución: Luis Buitrón Ramírez, Patricia Godo Soto (TEA).

La conducta tiene muchas causas: Esta es una frase general que muchas personas creen que es verdad, y frecuentemente causa que la gente llegue a la conclusión que sugiera que nunca podremos entender el comportamiento, que siempre permanecerá coma una caja negra misteriosa. Pero, desde
luego, como conductistas animales, académicos o clínicos, algunos de nosotros nos hemos impuesto la meta de entender las causas de, y por lo tanto la modificación de, aquellas conductas que parecen tan complejas.

Por supuesto, como a menudo es cierto, la respuesta que vemos depende del enfoque que le demos a la pregunta. Para un conductista animal (usemos el término más moderno para aquel que estudia la conducta animal: Etólogo), la respuesta a la causa de un comportamiento depende del nivel en que quieres la respuesta. Empecemos hoy con algo simple, un nivel más alto y amplio de análisis. Para un etólogo, la conducta tiene dos posibles causas, y a menudo resulta de la interacción entre estas dos: genes y el medioambiente. Esta es la antigua controversia naturaleza/crianza que ocasionalmente aún “asoma la cabeza”, pero como bien sabemos ahora, todo comportamiento es, en cierto nivel, el resultado tanto de predisposiciones genéticas y el efecto del medio ambiente.

Y cuando decimos “efectos del medioambiente”, realmente nos referimos al aprendizaje: todas las modificaciones del comportamiento que han tenido lugar a través del aprendizaje que un animal ha experimentado a lo largo de su vida. Ahora sabemos, por ejemplo que para todos los animales, existen cuatro tipos de formas de aprendizaje y que cada modificación conductual ganada a lo largo de la vida de un animal, ha ocurrido mediante uno de estos cuatro mecanismos. Ahora mencionaremos alguna literatura que una vez más apunta al rol de la genética en el comportamiento de nuestros compañeros caninos, y desde luego, sugiere un rol similar de la genética en el comportamiento de gatos, psitácidas, e incluso nosotros.


"...todo comportamiento es, en cierto nivel,
el resultado tanto de predisposiciones genéticas
y el efecto del medio ambiente."

¿De qué color es tu perro? El color de tu perro te puede decir algo relacionado a las predisposiciones genéticas de su comportamiento. Ahora, tengamos cuidado: yo formulé esta frase meditándolo un poco. El color de tu perro te dice algo acerca de la predisposición para el comportamiento, mas no el comportamiento de un animal específico. ¿Por qué? Debido a que, como hemos dicho anteriormente, el comportamiento de un animal específico se determina tanto por sus predisposiciones genéticas y los efectos del medio ambiente durante toda su vida. Esta es la razón por la cual realizamos una anamnesis extensa en cada una de nuestras consultas, debido a que la historia, y cada parte de ella, ha tenido una influencia en su mascota. Pero del mismo modo, la evidencia científica es muy clara sobre la importancia de la genética.Entonces, ¿cuál es la relación con el color? Bueno, todos estamos de acuerdo en que el color está determinado por la genética (no del todo, pero en gran medida), y sabemos que casi todos los genes controlan más de una sola característica (de hecho, cada gen controla muchas características), por lo que el color de tu perro puede decirnos algo acerca de su código genético, y por lo tanto, algo acerca de sus predisposiciones genéticas. ¿Es esto cierto? Sí, por ejemplo, el año pasado los investigadores demostraron claramente que, en Labradores, la aparición de problemas de comportamiento como ladrar, masticar, y cavar, se relaciona con el color del pelaje: los perros de manto dorado mostraron niveles significativamente más altos de estas conductas, incluso después de eliminar muchos factores medioambientales. Esto apoya un estudio del 2001, en el que investigadores del Hospital Veterinario de la Universidad Cornell demostraron que los labradores color chocolate eran menos propensos a presentar problemas de comportamiento que los otros labradores, y que los labradores de manto dorado/amarillo fueron significativamente más propensos a mostrar problemas de agresión.



"...el color de tu perro puede decirnos algo acerca de su código genético,
y por lo tanto, algo acerca de sus predisposiciones genéticas."

¿Qué hay de otras razas? Bueno, existe muy poca investigación en etología aplicada. Pero un estudio en 1996 mostró que los Cocker Spaniels Inglés de manto rojo o dorado, en comparación a los negros, eran más propensos a exhibir un comportamiento agresivo. Interesante ¿no?

Y ahora, con la culminación del Proyecto del Genoma Canino, tenemos un mapa completo del ADN del perro doméstico. Con esta herramienta, estamos ganando mayor información sobre el papel de la genética y la interacción génica con el aprendizaje, para determinar la causa del comportamiento de nuestros perros.

[Traducido con autorización del autor. Lee el artículo original aquí.]